Aunque es poco frecuente, se trata de uno de los tumores más agresivos y con un índice de mortalidad más alto debido a su gran capacidad de metástasis a distancia. Este índice ha descendido en los últimos años gracias al diagnóstico precoz del tumor.
El diagnóstico dermatológico permite valorar la actitud terapéutica en cada caso. En el caso de confirmarse un melanoma maligno es preciso seguir un protocolo estricto para el control de la enfermedad. Una vez diagnosticado el melanoma maligno (histopatología) lo clasificamos en función de la profundidad de su infiltración cutánea. Para efectuar esta clasificación se utilizan dos sistemas: el índice de Breslow y los niveles de Clark.
Después del estadiaje del melanoma, podemos diseñar una conducta terapéutica. Hay técnicas quirúrgicas y médicas (quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia y otros) que se utilizan habitualmente combinadas. En algunos casos se estudian los ganglios linfáticos regionales mediante el estudio histológico del ganglio centinela. La afectación de este ganglio o ganglios determina muchas veces el vaciamiento preventivo de los ganglios regionales.
Nuestro equipo participa periódicamente en campañas nacionales dirigidas a la población para la prevención de este melanoma. Al igual que ocurre con otros tipos de tumor, existen comisiones de expertos que forman y revisan protocolos para tratarlos. Es decir, cada caso se analiza y es tratado de acuerdo a los protocolos actuales. Ninguna de las explicaciones que se exponen en esta sección suple la consulta a un dermatólogo.
La información de esta sección no sustituye la consulta a un especialista.