La extirpación del tumor permite un control histológico de la lesión en sus márgenes laterales y profundos de la lesión, pudiendo estadiar y pronosticar mejor cada caso.
El dermatólogo indicará si es preciso hacer un cuidado antes de la intervención. Muchas veces será necesaria la realización de una biopsia cutánea antes del tratamiento, analítica sanguínea y alguna prueba de imagen (RX, TAC, RNM). Siempre se explica la técnica realizada y los posibles efectos secundarios que pueden aparecer en cada caso.
Es un tratamiento que se realiza habitualmente con anestesia local. En algunos casos complejos puede ser utilizada la anestesia general.
La cirugía deja defectos abiertos que es necesario reconstruir. La Dermatología quirúrgica utiliza técnicas de reconstrucción que también se emplean en otras especialidades (a veces en colaboración con la Cirugía Plástica), como sucede en el cierre directo de la lesión, los colgajos cutáneos (desplazamiento de la piel perilesional para disminuir la cicatriz o bajar la tensión) y los injertos (fragmentos de piel sana extraídos de otras zonas que sirven para cerrar un defecto grande que no puede ser cerrado de otra manera).
Existen unas posibles complicaciones, que dependen de la anestesia, del tipo de intervención y del propio paciente, que le serán explicadas en la consulta. Si bien dichas complicaciones son poco habituales, el paciente debe conocer cuáles son, entenderlas completamente y asumirlas mediante la firma delConsentimiento Informado, documento escrito por el médico en el que se explica la intervención que se le va a practicar y los riesgos que se pueden presentar a consecuencia de dicha intervención.
Es un tratamiento realizado ambulatoriamente y no necesita hospitalización. En algunos casos es posible la hospitalización durante las primeras 24 horas en la clínica.
El dermatólogo explicará cuáles son los cuidados postoperatorios en cada caso. Habitualmente, antes de los 8 primeros días se retirarán los puntos de sutura y se efectuarán curas locales según se indique.
La cirugía convencional tiene en la actualidad el índice más alto de curación en los tumores malignos cutáneos. Es utilizada en tumores benignos y en la mayoría de los tumores malignos cutáneos. Los resultados son mejores siempre si se pone en manos de dermatólogos y cirujanos plásticos cualificados.
La utilización de esta técnica es compleja y precisa un entrenamiento adecuado. Los resultados obtenidos dependen de cada paciente y deben ajustarse a la realidad. Ninguna de las explicaciones que se exponen en esta sección sustituyen la consulta a un dermatólogo.
La información de esta sección no sustituye la consulta a un especialista.