Se utiliza principalmente en pacientes con daño solar crónico y en los que se presentan arrugas superficiales y profundas con lesiones como las queratosis seborreicas y las “manchas” de la piel senil y las lesiones vasculares superficiales (cuperosis).
Debe informar a su médico si toma alguna medicación, si fuma o si es alérgico a algún medicamento. Su médico le proporcionará instrucciones específicas acerca de cómo prepararse para la intervención, que incluirán normas sobre qué alimentos y líquidos tomará, el tabaco, la toma o supresión de medicamentos y vitaminas y el lavado de la cara. Antes del tratamiento evitará la exposición solar de las zonas a tratar (mínimo de cuatro semanas) y la toma de fármacos fotosensibles.
Habitualmente no se realiza tratamiento anestésico. En determinados casos, puede ser necesaria la anestesia tópica.
El sistema de rejuvenecimiento facial no ablativo es utilizado desde hace años para tratar el fotoenvejecimiento cutáneo, sin las molestias del periodo de recuperación ni los riesgos que precisan los sistemas ablativos. Un gran número de láseres, luz pulsada intensa (IPL), terapia fotodinámica y sistemas de radiofrecuencia son utilizados en los últimos años a este respecto. Han aparecido nuevos sistemas que permiten tratar los signos del envejecimiento cutáneo de forma menos invasiva.
No sólo tratamos de mejorar los signos externos del envejecimiento (arrugas, cuperosis o rojeces, léntigos o manchas solares), sino que también activamos, gracias al empleo de estas nuevas tecnologías, el proceso de regeneración del colágeno de la dermis (contracción del colágeno y formación de uno nuevo), provocando un estiramiento y una mejoría de toda la piel. Existe una amplia literatura médica que corrobora los resultados que hemos obtenidos en el rejuvenecimiento cutáneo utilizando este sistema de tratamiento.
Es un tratamiento ambulatorio que no precisa ingreso hospitalario.
Se realiza un tratamiento tópico con una crema antiinflamatoria y antiséptica durante las primeras 48 horas. A continuación, el dermatólogo decidirá qué tratamiento es el más conveniente. Después del tratamiento es necesario aplicar una fotoprotección solar alta.
Los resultados son visibles a partir de la tercera semana, y van mejorando con las siguientes sesiones. Habitualmente se realizan unas 5 sesiones, una al mes.
Los resultados obtenidos dependen de cada paciente y deben ajustarse a la realidad. La utilización de esta tecnología es compleja y precisa un entrenamiento adecuado.
La información de esta sección no sustituye la consulta a un especialista.