Malformación capilar congénita o mancha de vino de Oporto. También pueden tratarse, entre otras, las lesiones vasculares cutáneas del síndrome de Sturge-Weber.
Un recién nacido con este problema tiene que ser visitado por el pediatra, quien deberá descartar la existencia de otras malformaciones asociadas, como el síndrome de Sturge-Weber, que además de la malformación capilar presenta otras alteraciones vasculares en, por ejemplo, las leptomeninges y el plexo coroideo.
Debe informar a su cirujano si el niño toma alguna medicación o si tiene alergia a algún medicamento. Su cirujano le proporcionará instrucciones específicas acerca de cómo prepararse para la cirugía, que incluirá normas sobre qué alimentos y líquidos tomará o la toma o supresión de medicamentos. Un cumplimiento cuidadoso de estas indicaciones hará que la cirugía sea practicada en mejores condiciones.
Por lo general, es suficiente la sedación; si la malformación afecta una zona localizada se puede utilizar anestesia local y regional. En algunos casos, puede ser necesaria la anestesia general.
El tratamiento con láser vascular es el más utilizado, y se realiza en un quirófano de la clínica. Nuestro equipo utiliza algunas veces más de un sistema de láser o IPL. Los mejores resultados se obtienen, según recogen numerosos estudios científicos, cuanto antes se trata la patología.
Existen unas posibles complicaciones, que dependen de la anestesia, del tipo de intervención y del propio paciente, que le serán explicadas en la consulta. Si bien dichas complicaciones son poco habituales, el paciente (en este caso, el tutor) debe conocer cuáles son, entenderlas completamente y asumirlas mediante la firma del Consentimiento Informado, documento elaborado por el médico en el que se da una explicación de la intervención que se le va a practicar y de los riesgos que se pueden presentar a consecuencia de la misma.
En función de si se ha realizado anestesia general, sedación o anestesia local, el paciente permanecerá hospitalizado unas pocas horas o, como máximo, 24 horas.
El médico indicará qué tipo de cuidados posteriores a la intervención se deben realizar. Básicamente, se aplicará una crema antiséptica y antiinflamatoria los primeros días, y una crema nutritiva durante el primer mes.
El número de sesiones necesarias no se puede predecir, pero oscila entre 3 y 7. El resultado es visible desde la primera intervención. En más del 80% de los pacientes se consigue un blanqueo completo o casi de la lesión. El tiempo entre tratamientos varía de dos a tres meses, en función de cada paciente.
Los resultados obtenidos dependen de cada paciente y deben ajustarse a la realidad. La utilización de esta tecnología es compleja y precisa un entrenamiento adecuado.
La información de esta sección no sustituye la consulta a un especialista.