Los dos procedimientos pretenden, sobre todo, tratar las imperfecciones de la piel (queratosis seborreicas, cicatrices de acné, arrugas superficiales, etc.) y dotarla de una mejora estética secundaria. El peeling y la dermoabrasión pueden ser utilizadas junto con otros tratamientos médicos, quirúrgicos o con láser y otras fuentes de luz. Es por ello que un estudio previo es imprescindible para obtener un mejor resultado.

Es importante hacer un estudio previo a la aplicación de esta técnica, ya que si el problema dermatológico no ha sido resuelto la técnica puede ser perjudicial. Nuestro equipo analiza individualmente cada caso y diseña la mejor estrategia para poder obtener un óptimo resultado cosmético.

Habitualmente no es necesario el empleo de anestesia en las zonas a tratar. En algunos casos se utiliza anestesia tópica o local, en función de la profundidad del tratamiento y de la extensión de la zona a tratar.

Utilizamos la última tecnología al servicio de la Dermatología Estética, es decir, seguimos los protocolos de los mejores especialistas mundiales en el tratamiento de la piel.

El peeling dermatológico
El peeling dermatológico consiste en utilizar una sustancia exfoliante (química) para eliminar la capa más externa de la piel. Sirve para mejorar la piel dañada por la edad, el sol, el acné u otras enfermedades dermatológicas. El peeling puede ser superficial, intermedio o profundo, según el número de capas de piel que se desee eliminar. Se utilizan diversas sustancias (de última generación), en función del tratamiento que realizamos y del paciente. A modo de resumen, podemos decir que los peelings superficiales (epidermis y dermis papilar) eliminan la capa denominada epidermis y estimula ligeramente la remodelación dérmica (colágeno, etc.). Los peelings intermedios llegan a la parte superior de la dermis (dermis papilar y reticular superior), dejando la zona tratada con un aspecto de piel quemada e hinchada durante unos 12 días. Este tipo de peeling se utiliza para mejorar el daño actínico (solar). Los peelings profundos (dermis reticular profunda) obtienen resultados mejores, pero el tiempo de recuperación es mayor: los pacientes precisan de cuidados dermatológicos importantes posteriores a la intervención y una fotoprotección correcta. Las actividades diarias pueden reanudarse después de 2 semanas, pero la piel puede quedar rojiza durante un mes, que es cuando se aprecian claramente los resultados. Este peeling se emplea por lo general para corregir cicatrices postacné, y no se utiliza en personas de piel oscura. Nuestro equipo utiliza habitualmente la tecnología láser para este tipo de peeling.

La dermoabrasión
La dermoabrasión consiste en un proceso abrasivo mecánico (fresas de diamantes, etc.) para suavizar las irregularidades y arrugas faciales. Es, al igual que el peeling, una técnica que requiere un entrenamiento previo, ya que los resultados dependen en gran medida de la habilidad de quien la utiliza. En función de la profundidad que deseamos realizar, hablamos de dermoabrasión superficial, media y profunda, al igual que en un peeling dermatológico.

No es necesaria la hospitalización del paciente, ya que se considera un tratamiento ambulatorio.

Es imprescindible seguir las recomendaciones del dermatólogo después de realizar un peeling o una dermoabrasión, en especial las referidas a los cuidados posteriores a la intervención. El dermatólogo diseñará un tratamiento a base de cremas antisépticas y reparadoras, combinadas con una fotoprotección estricta de la piel.

El resultado de la intervención será evidente al cabo de unas semanas, en función de la profundidad realizada, adquiriendo la piel un aspecto más joven y más estético.

La utilización de esta técnica es compleja y precisa un entrenamiento adecuado. Los resultados obtenidos dependen de cada paciente y deben ajustarse a la realidad.

La información de esta sección no sustituye la consulta a un especialista.

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